Llegamos a esta piedra nos pusimos cómodos y cerramos los ojos. Intentamos hacer un ejercicio de concentración para escuchar los diferentes sonidos de la naturaleza, sentir la brisa o oler los aromas del campo. Cuando cerramos los ojos y nos relajamos se agudizan el resto de los sentidos y podremos experimentar sensaciones mucho mas bonitas. A nuestra clase lo de estar en silencio y concentrados es pedirle casi un milagro pero a pesar de todo conseguimos relajarnos un poquito y sentir todas esas sensaciones a través de los sentidos. Luego seguimos la marcha y paramos en una zona muy bonita con mesas y columpios y allí descansamos, jugamos y comimos nuestro apetitivo.
Después del pequeño almuerzo nos propusieron un juego divertidisimo que era una especie de escondite, mezclado con polis y cacos pero relacionado con los seres vivos. Había niños que eran plantas, otros que eran hervívoros y los últimos carnívoros y se trataba de esconderse, huir y comerse entre todos, la verdad que estuvo genial el juego.
Después del juego seguimos ruta y pasamos a otra zona con mesas donde hicimos una actividad de encontrar diversas cosas que nos daban en una hoja y luego teníamos que pegarlas en esas hojas. Los exploradores encontraron muy bien todas las cosas y lo hicieron fenomenal.
Aquí os dejo un pequeño resumen fotográfico de la excursión que fue muy divertida y nos encantó salir del cole y visitar la naturaleza.
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